Residuos de obra



Residuos de obra


Hombres y mujeres transitan por la obra,  uno la recorre, navega en su interior, la habita y esta te traga como una bestia si no se tiene cuidado al trabajar en sus fauces. Vigas de acero, varillas del No 6 de 3/8 y de 1/2 apuntan a la cara de astutos y distraídos por igual. Cemento vacilante aún fresco comparte su temperatura en un ambiente frio y húmedo. Una ventana cae del tercer piso, un trabajador alcanza a quitarse por pura suerte “de pura chiripa” dice el “merengues”.Astillas de “Deck” rebotan en las paredes recién aplanadas después de que una sección de PTR impacte con el piso, de nuevo la suerte de los trabajadores evita alguna lesión, chente el mai de obra apenas con 25 años se lo atribuye a que la santa cruz aún cuelga de la fachada del edificio desde hace casi un año. Yo creo que el rubor de la desgracia ronda por los pasillos, se respira en las juntas del mortero que en cada hilada de tabiques rigidiza los muros, se camuflajea en el olor de la humedad, navega entre las sombras y el humo producto de la soldadura y sin embargo vencimos a la amenaza que acecha silenciosa y sin tregua, nuestros cuerpos regresan a casa con sus partes integras a contar esta historia, pero nuestro espíritu de constructores ese sí ha sido mutilado quizás, ha cambiado, esta listo para la siguiente querella.

Guillermo 
LC621 CDMX*
 Arte Objeto 2015
archivo personal. 

El río y la muerte











Título: El río y la muerte
Dirección: Luis Buñuel
Producción
Armando Oliva Alba

Guión
Luis Buñuel
Luis Alcoriza
Música
Raúl Lavista

Sonido
José de Pérez

Fotografía
Raúl Martínez Solares
Protagonistas
Columba Domínguez
Joaquín Cordero
Miguel Torruco

País México Año1955 91 minutos
Productora
Clasa Films Mundiales


Diego Bianchi 
Fundación PROA 2013*
Algunos Artistas /90-hoy 
 Arte argentino en las colecciones de Gustavo Bruzzone / Alejandro Ikonicoff /
*foto tomada en el museo Fundación PROA Buenos Aires 2013 archivo personal. 




Victor Grippo 
2002 BsAs. Analogía IV 1972 
MACBA 
*foto tomada en el Museo de Arte Contemporaneo de Buenos Aires 2013 archivo personal. 





Ciudad de ciegos

Ciudad de ciegos 


     Con una sola locación, un departamento que bien podría estar en la colonia roma es capturado en distintas épocas, representando las rotaciones y los distintos habitantes a través del tiempo. 
En cada una se puede observar la forma en que las distintas familias ocupan el espacio con sus distintos enseres y objetos, la forma de acomodar el mobiliario y de relacionarse con el, el color de las paredes el tipo de iluminación va cambiando y corresponde aparentemente a cada una de las épocas plasmadas. 

Una producción de:
Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Fondo de Fomento a la Calidad Cinematográfica, Tabasco Films y Bataclán Cinematográfica
Género: Drama
Duración: 87 min.
Dirección: Alberto Cortés
Guión: Hernann Bellinghaussen y Alberto Cortés, con la colaboración de José Agustín, Marcela Fuentes-Berain, Paz Alicia Garciadiego y Silvia Tomasa Rivera
Fotografía: Carlos Marcovich
Escenografía: Fernando Ramírez; ambientación: Mónica Chirinos
Vestuario: Mara González
Maquillaje: Raúl Sarmiento
Edición: Rafael Castanedo
Sonido: Sergio Zenteno
Música: José Elorza; canciones originales: José Elorza, Rita Guerrero y Jaime López



AUTO-RETRATO DE HABITACIÓN




     Durante un año, en el transcurso de mi tesis/proyecto de titulación he tomado fotografías de cierto modo aleatorio: momentos en los que he sentido que el uso se ha encontrado en su máxima expresión de “desorden”. Al observar el autorretrato se puede reflexionar en las formas de apropiarse el entorno principal de trabajo, y no es que no fuera propio, si no que al paso del tiempo lo he ido utilizando de maneras diferentes, como si el uso distinto me ayudara a realizar mis tareas. he descubierto que mi propia percepción de orden es muy distinta al observar mi registro fotográfico, en realidad me percibía más ordenado, y aunque mis escritorios los puedo ordenar en 15 minutos, es decir dejar libre el área de trabajo sin perder ningún documento al archivarlo en mi estantería, las fotografías a simple viste dicen lo contrario.
     Aparecen algunos enseres como constantes, sus posiciones cambian, unos son reflejo de uso continuo como los termos y vasos de agua, otros son temporales como utensilios del resfriado que cargue. se puede ver el cambio de piso, el cambio en las bocinas, el cambio en los libros de consulta, aparece y desaparece la impresora de la escena, la lampara de mesa cambia de lugar, la lampara de piso desaparece. objetos y notas se agregan a la pared, todo en un orden lógico en el proceso de producción de mi tesis. A la izquierda un croquis a mano dibujado antes de tomar las fotografías es el primer intento en la toma de conciencia espacial en el área de trabajo

Meetting at the Building









En este cortometraje se puede observar la vida en la vivienda vertical.

El cortometraje esboza algunos de los deseos de sus habitantes, al verse en el patio del edificio, algunas personas mencionan que sería bueno tener otros espacios  en el complejo habitacional pero que funcionarán hacia el interior.” una cafetería dónde pasar el tiempo después de dejar a los niños en la escuela” comentario seguido que se puede entre leer por la  falta de espacios dónde socializar “solo hay centros comerciales” dice una de las mujeres que aparece en el patio.

Al final del corto se puede entrever que los vecinos se ponen de acuerdo a través de un letrero que dice:  Queridos vecinos: se informa que el próximo sábado…se va a celebrar una reunión vecinal sin motivo aparente solo el de pasarlo bien. Además se convoca a los demás a que lleven sillas y refrigerios.

La oportunidad de formar parte de una compactada comunidad se presenta en la vivienda vertical a partir de la cercanía y el contacto diario. La forma en que las personas conjuntan sus deseos y confrontan opiniones es el punto de partida para auto gestionar su propia vivienda y sus alrededores. Podemos imaginar los que no vivimos en vertical, que esta es una tarea complicada (más no obligatoria) y que se tiene que reforzar todo el tiempo. El letrero al final del corto nos da una imagen de acuerdos que se dan cuando un objeto arauitectónico se empieza a habitar. Es decir por otra parte si estas reuniones se encontraran en un sistema no escrito de lenguaje la reunión se correría en voces, o no se tendría que ser tan específico con lo que cada quien tendría que llevar. Por otra parte en la interpretación del letrero podríamos encontrar una constante de cordialidad mas que una falta de acuerdos no escritos para mantener la estabilidad de los límites entre la convivencia vecinal.


España. 2012 - 16'
DirectoresCarlota Coloma y Adrià Lahuerta
En colaboración con Flores & Prats, arquitectos del Edificio 111.

VER EL EDIFICIO     VER EL CORTO


mon oncle


 




[1] mon oncle Jaques Tati 1958 min10.56 [2] mon oncle Jaques Tati min15.45

En los dos fotogramas podemos diferenciar entre dos tipos distintos de viviendas, una [1] que a través de los años se va configurado con elementos adosados, como si se estuviera hablando de tres casas distintas que después se unieran en una sola concentrando a un número mayor de personas y unificándola, esto se delata cuando Monsieur Hulot circula por pasillos y escaleras de una unidad a otra, denotando procesos de modificación y transformación en largos periodos de tiempo. En el segundo [2] fotograma se puede ver una casa moderna configurada a través de un proceso de diseño arquitectónico, la adaptación hacia el inmueble y lo rígido parodiando a la escena anterior en la misma acción de acceder a la célula primaria de vivienda, solo que en este caso el entorno es controlado por una sola persona: el propietario (familia nuclear). 



Título original
Mon oncle
Año
1958
Duración
110 min.
País
Francia
Director
Jacques Tati
Guión
Jacques Tati & Jacques Legrange
Música
Alain Romans & Franck Barcellini
Fotografía
Jean Bourgoin
Reparto
Jacques Tati, Jean-Pierre Zola, Adrienne Servantie, Alain Bécourt, Lucien Fregis,Betty Schneider, Yvonne Arnaud
Productora
Continental
Género
Comedia | Comedia sofisticada






Hiladores de seda en Ponte Vecchio


El arte de Por Santa María tomó su nombre de una calle central de Florencia que conduce directamente al Ponte Vecchio; el puente tantas veces fotografiado que atraviesa el rio Arno, lleno de comercios y con un pasaje secreto construido en 1565 para el duque de Florencia Cosimo I. Hay registros de hiladores de seda comerciando en Por Santa María que datan de 1100, un siglo antes que se unieran a los orfebres para formar su propio gremio. Los mercaderes de seda y otros florentinos acaudalados recorrían Por Santa María comparando precios mientras que sus sirvientes peinaban el Pote Vecchio comprando el género de los carniceros que poblaban el puente durante los primeros siglos del milenio.
Hoy todavía están allí. Si caminamos al norte del Ponte Vecchio una mañana de un día laborable, encontraremos aún comercios que venden finas sedas; algunos ofrecen productos manufacturados como blusas o bufandas, otros directamente la materia prima, como sucedía mil años atrás. ¿Aprenden las ciudades, no los indiciduos que las pueblan, no las instituciones que las apadrinan, sino las ciudades mismas? Pienso que la respuesta es que sí. Y los hiladores de seda de Florenciapueen ayudar a explicar por qué.
El aprendizaje es una de las actividades que generalmente asociamos al conocimiento consciente, como enamorarse o llorar la pérdida de un familiar. Sin embargo, el aprendizaje es un fenómeno complejo que se da en varios niveles simultáneamente, Cuando decimos que “nos aprendemos la cara de alguien”, la afirmación contiene una fuerte implicación de la consciencia: se siente algo distinto cuando se ve a alguien que se conoce, y esa sensación de reconocimiento es parte del significado de aprender hasta el punto que puede, en ocasiones, parecer intercambiable con la experiencia misma.
Pero el aprendizaje no depende siempre de la consciencia. Nuestro sistema inmunológico aprende a lo largo de nuestra vida construyendo un vocabulario de anticuerpos que evoluciona en respuesta a la amenaza de microorganismos invasores. La mayoría de nosotros a desarrollado inmunidad al ciruz varicella-zoster, la varicela, como resultado de nuestra exposición al virus en la infancia temprana. Esa inmunización es un proceso de aprendizaje: los anticuerpos de nuestro sistema inmunológico aprenden a hacerlo sobre la marcha, sin ningún entrenamiento específico. Esos anticuerpos funcionan como un “sistema de reconocimiento”, de acuerdo con la frase de Gerald Edelman; atacan al virus con éxito y almacenan información sobre él, después recuerdan la información en la siguiente oportunidad en que el virus es detectado por el radar.
Como un bebe de seis meses, el sistema inmunológico aprende a reconocer lo que es diferente de él, luego intenta controlarlo. El hecho de que funcione tan bien es sólo una parte de este asombroso proceso. Tabién de asombroso es que el reconocimiento se dé en un nivel puramente celular: no somos consientes del virus varicella-zoster en ningún sentido de la palabra, y mientras que nuestras mentes puedan recordar cómo fue tener la varicella de niños, nuestra memoria consciente no tiene nada que ver con nuestra resistencia a la enfermedad.
El cuerpo aprende de forma inconsciente y lo mismo ocurre con las ciudades, por que le aprendizaje no consiste únicamente en ser conscientes de la información; es también una cuestión de almacenar información y saber donde encontrarla. Se trata de ser capaz de responder al cambio de patrones, como el software Pandemónium de Oliver sedfridge o como las hormigas granívoras de Deborah Gordon; de alterar la conducta de un sistema a esos patrones para hacer al sistema más eficaz respecto a los objetivos que persigue. El sistema no necesita ser consciente de que es capaz de ese tipo de aprendizaje, al igual que nuestro sistema inmunológico no necesita ser capaz consciente de que aprende a protegernos de la varicela.
Imaginemos un ciudadano de la Florencia contemporánea que viaja a ochocientos años atrás en el tiempo, a la edad de oro de los gremios. ¿cómo sería esa experiencia, el encuentro con el pasado? Sería en buena medida desconcertante: pocos símbolos de la Florencia moderna existían entonces, los Uffizi, por ejemplo, o la iglesia de San Lorenzo. Solo Il Domo sería reconocible, y el palacio público del Bargello. A grandes rasgos, la mayoría de las calles le resultarían familiares, pero en muchos de los casos sus nombres habrían cambiado y nuestro viajero en el tiempo no encontraría casi nada reconocible en los edificios de aquella época no se parecerían en nada a los de la Florencia de nuestros días. Nuestro viajero en el tiempo reconocería algunas palabras en la lengua hablada, ya que la lengua italiana actual es producto de la cultura Florentina de principios del milenio. Pero si viajara a cualquier parte de Italia, se enfrentaría a serios problemas lingüísticos: hasta avanzado el siglo XIII, el latín era la lengua común a todos los habitantes de la actual Italia. Y sin embargo, a pesar de esta confusió, algo extraordinario permanece: nuestro viajero en el tiempo aún sabría dónde comprar un metro de seda. Si avanzáramos unos pocos cientos de años, también  sabría dónde comprar un brazalete de oro y dónde comprar guantes de cuero o dónde pedir un préstamo. No estaría equipado para comprar nada, ni siquiera para comunicarse de una manera inteligible con los vendedores, pero si sabría donde encontrar esos productos.
Como cualquier sistema emergente, una ciudad es un patrón en el tiempo. Decenas de generaciones se suceden, los conquistadores vencen y son vencidos, aparecen la imprenta, el motor a vapor, luego la radio televisión la web…, y bajo toda esa turbulencia, un patrón mantiene su forma: los hiladores de seda agrupados a lo largo de Por Santa María en Florencia, los sopladores de vidrio en Murano en Venecia, los comerciantes parisinos reunidos en Les Halles. El mundo convulsiona cambia cien veces de piel, y sin embargo los hiladores de seda mantienen su lugar. 

Texto tomado con fines académicos 
Sistemas emergentes 
Steven Johnson 
http://www.casadellibro.com/libro-sistemas-emergentes-o-que-tienen-en-comun-hormigas-neuronas-ci-udades-y-software/9788475066226/952654

Ciro







creditos de fotos: